Una ruta de arte y endemismos en Ibiza

Un paseo entre exposiciones y obras de arte de más de 140 artistas de Balears y el resto del Mediterráneo que acaba hoy a las 18 horas

La Ruta D'Art en Ibiza: obras de más de 140 artistas en dos jornadas

Estela Torres

Estela Torres

Estela Torres

El olor a comida y el bullicio que habitualmente envuelven la sala interior del restaurante del Club Náutico Ibiza todavía no se han despertado. Es normal, aún es pronto y sólo están los pocos que acuden a desayunar y quienes asisten para trabajar, que son casi familia para quienes acostumbran a visitarles. En las paredes del interior se puede observar la exposición ‘L’art de la cuina’, en la que más de 20 artistas pitiusos muestran su interpretación del arte culinario. La mayoría de los cuadros presentan elementos habituales de la cocina ibicenca: una oliva de la que parece desprenderse una gota de aceite, de Patricia Romero, el interior de una casa payesa, de Ana Jakimow, o unas granadas abiertas, en un lienzo de Diana Bustamante que recuerda lo complicado que es abrir la fruta y lo mucho que mancha.

Esta exposición forma parte de la primera edición de la ‘Ruta d’Art’, que este fin de semana llenará las calles de Vila con esculturas y diferentes exposiciones, creadas por más de 140 artistas que son mayoritariamente de Balears. Las muestras se exponen en Ebusus, el Casino des Moll, la Sala Baleària y en el Club Náutico Ibiza. Aquí, pueden ayudar a olvidar, por un breve instante, la nostalgia que sacude los ánimos del club, simbolizados en el gran cartel ‘SOS, Salvem es club’, colgado a la entrada.

Entre las obras, que también muestran cebollas, alcachofas o higos, el artista valenciano Anthony Gofer posa frente a una que muestra varios vasos y botellas. Es suya y la ha preparado específicamente para esta exposición. Es especial, ya que Gofer no suele hacer obras relacionadas con la cocina. Se dedica a la escultura «de toda clase», como define su arte, para el que utiliza «piedras, madera, metacrilato, arcilla...». Para él es un orgullo participar en la ‘Ruta d’Art’: «Es una de las cosas que me faltaba, además de estar junto a todos los artistas, que son muchos y muy buenos». Para participar en esta exposición en concreto podía traer «cualquier forma, dibujo, foto... Que implicase la cocina», cuenta el artista. El cuadro que expone en el Club Náutico «es una técnica mixta que muestra una serie de botellas y frascos sobre una mesa», en el que un cartón aporta relieve. Ha dedicado quince días —«entre que lo piensas y lo haces»—, para preparar el cuadro.

Un poco más adelante de su cuadro se observa uno en el que aparece Charles Chaplin comiendo con palillos chinos una zapatilla, obra de Fran Lucas Simón, o las imágenes de Rocío Cala, que muestran lo que parecen ser los ingredientes de una frita de pulpo.

Al dirigir la ruta hacia la siguiente parada, en el camino, no faltan los elementos que conforman la cotidianeidad de la isla. Aquellos que, sin querer, podrían considerarse parte de la ruta del arte. El ferry atracando para recibir a quienes, a pesar del cielo cubierto, se trasladan a Formentera, o los grupos de turistas alemanes que siguen a su guía hacia un autobús.

El Casino des Moll acoge acoge la exposición 'La marina de Vicent Ferrer Guasch', que muestra una selección de sus obras de colecciones particulares. Un trabajador en el balcón pinta una contraventana de blanco. Ese mismo color es el que caracteriza la obra del autor, cuyas obras se pueden ver este domingo de diez de la mañana a seis de la tarde.

En Ebusus, la calmada música que suena de fondo está en armonía con la tranquilidad del lugar. Personas de diferentes edades juegan partidas de ajedrez, repartidas en tres de las mesas de la sociedad cultural. En la pared, las creaciones de más de 20 artistas de las Pitiusas forman ‘Espècies vegetals endèmiques’, una exposición que ya se ha podido ver en otras salas de la Península y que «tenía que visitar necesariamente Ibiza», según se lee en el folleto. Se puede observar la acuarela ‘Flors de baladre’, de Yoa Covas; un acrílico sobre papel que muestra ‘Cistus Albidus’, una estepa blanca pintada en color fucsia por Álvaro Mendoza. Continuando con endemismos de Balears, hay un óleo sobre tela, ‘Estepa Joana’, de Begoña Gorrotxategi; o la acuarela ‘Carduus ibicensis’, de Marga Juan, que presenta un cardo en sus habituales tonos liláceos. Estos mismos se observan en las flores que ha fotografiado Nuria Ferrer, bajo el nombre ‘Saladina d’Ibiza’, una de las plantas más emblemáticas de ses Salines.

Fuera, cerca de la entrada a Ebusus, una mesa solidaria expone las obras de varios de los artistas que participan en la ruta. Están a la venta a beneficio de la Fundación Vicente Ferrer, Projecte Home y la Asociación Española Contra el Cáncer. Entre ellas, figuran algunas de la artista Patricia Boned, que se encuentra tras la mesa y explica que las obras son casi todas de artistas de Ibiza. «Y el precio es buenísimo», indica demostrando su arte no sólo para los pinceles, sino también para la venta. Los más económicos cuestan cinco euros, por lo que se puede «iniciar una colección por muy poquito», afirma Boned. Para ella el «arte ya es parte» de su vida y participar de esta manera: «Es algo que podemos aportar de nuestro trabajo a un proyecto ya definido y es una satisfacción increíble». Las obras son muy bien acogidas entre quienes pasan: «¡Muy buen trabajo!», cuenta Boned que exclaman al conocer que se trata de un trabajo solidario. Este domingo, «si no llueve», estarán en el mismo lugar y en Atzaró.

Cerca de la mesa, Carmen Domínguez, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Ibiza, comenta que la ruta es especial por dos motivos: «Primero, porque estamos en nuestro 25 aniversario [de la declaración de Ibiza como Patrimonio de la Humanidad] y dentro de la gran programación cultural que estamos preparando, esta exposición tenía una cabida magnífica». La propuesta la realizó la Asociación de Amigos del Arte de Baleares, coorganizada con el Club Náutico Ibiza y la Fundación Baleària. Tras contarle la idea a Domínguez, le pareció «maravillosa porque nunca se había hecho y es una manera de que la gente, a la vez que visita nuestra ciudad, se encuentre todo este mundo de arte».

Tras la inauguración, cerca de las doce y cuarto de la mañana, se inicia la ruta, que se mantendrá hasta este domingo a las seis de la tarde. Parte desde Ebusus hacia el parque Sa Tarongeta, donde varias esculturas de madera de roble, pino, castaño, iroko y wengué, de Julián Molina, yacen sobre unas columnas. Al lado, la exposición ‘Sargantanes’ muestra una colección de más de 140 lagartijas de metal para concienciar sobre su desaparición en las tierras ibicencas, revelando la importancia del arte como herramienta para hacer una llamada a la conservación del medio ambiente y los endemismos de las islas.