Retrasos parlamentarios

Leyes y comisiones quedan en el aire en el Congreso a la espera de la decisión de Sánchez

El anuncio de una hipotética convocatoria electoral conllevaría que todas las normas en tramitación decaigan

Pedro Sánchez, este miércoles en el Congreso, horas antes de anunciar que sopesa dimitir.

Pedro Sánchez, este miércoles en el Congreso, horas antes de anunciar que sopesa dimitir. / / DAVID CASTRO

Miguel Ángel Rodríguez

Miguel Ángel Rodríguez

Pocas cosas le faltaban a la XV legislatura para terminar figurando en los libros de historia como la más anómala de la democracia. Sin embargo, todo es susceptible de empeorar. 253 días después de que se constituyeran las Cortes Generales, la decisión de Pedro Sánchez de parar cinco días para valorar su futuro ha sumido al Congreso y al Senado en una incertidumbre total, dejando en el aire varias decenas de leyes y todas las comisiones de investigación. A la ya escasa actividad legislativa, fruto de la tramitación de la ley de amnistía y de las continuas citas electorales, se suman ahora las dudas sobre qué paso dará el presidente del Gobierno el próximo lunes. A la espera de que mueva ficha, hay pocos escenarios en los que la actividad parlamentaria no se vaya a ver ralentizada (aún más), si es que no se le dé carpetazo por completo.

"Necesito parar y reflexionar", fueron las palabras que utilizó Sánchez en su carta en hasta dos ocasiones. El fruto de esa reflexión la comunicará este lunes. La gran mayoría de socios parlamentarios apuestan por la cuestión de confianza, una herramienta que le serviría a Sánchez para reafirmar que cuenta con la mayoría de la Cámara Baja. De todas las opciones sería la más inocua para la actividad parlamentaria, ya que solo la retrasaría unas semanas.

Más complejo sería que dimitiera y propusiera a alguien en su lugar. Para investir a un nuevo candidato sería necesario reabrir las negociaciones con los socios y repetir los despachos con Felipe VI para que propusiera a la persona con más apoyo. En este punto, como ocurrió en septiembre, los populares ya han avisado de que Alberto Núñez Feijóo volviera a intentar conseguir los apoyos necesarios. Al igual que con la opción anterior, la actividad legislativa se frenaría de golpe durante varias semanas o meses, ya que los partidos son reacios a acordar cualquier ley en mitad de una negociación de tal envergadura.

No obstante, el peor escenario sería la dimisión de Sánchez y la convocatoria de elecciones en diferido, ya que hasta el 29 de mayo no podría disolver las Cortes Generales. En este caso, el Congreso y el Senado dispondrían de un mes para cerrar todos los asuntos que tengan pendientes, algo impensable en mitad de un ciclo electoral, antes de que todos los proyectos y proposiciones de ley decayeran y se dé carpetazo a todas las comisiones de investigación.

Una sola ley, la amnistía

El balance de la legislatura, hasta el momento, es bastante pobre. Desde noviembre solo se ha aprobado la reforma de la Constitución para eliminar el término "disminuido" del artículo 49 y sustituirlo por "personas con discapacidad". El otro avance, nada desdeñable, ha sido la reforma del reglamento del Congreso para permitir el uso de las lenguas cooficiales en cualquier debate parlamentario. No obstante, más allá de esto, el Congreso solo ha debatido dos leyes, la de amnistía y el proyecto de ley que regula las enseñanzas artísticas superiores, ambas en tramitación en el Senado.

Incluso en el peor de los casos, la convocatoria de elecciones, la amnistía podría ser aprobada sin problemas. La Cámara Alta tiene hasta el 16 de mayo para pronunciarse sobre la norma. El PP ya ha anunciado que la vetará, así que el Congreso deberá, después, levantar ese rechazo. Si Sánchez decide disolver las Cortes el 29 de mayo habrá entre ambas fechas una semana para que la Cámara Baja dé el visto bueno definitivo a la medida de gracia, que quedará para la historia como la única ley aprobada en la XV legislatura.