Opinión | Desde la marina

Estúpido papeleo

Es incomprensible y lamentable que, en determinadas ocasiones, demasiadas, los trámites y papeleos que exigen las Administraciones, por muy reglamentarios y legales que sean, primen sobre las urgencias que hoy plantea la protección medioambiental y, en el caso que comento, la preservación de la Posidonia oceanica. Hablo de los amarres ilegales que este año tenían que quedar eliminados y sustituidos por las boyas y los fondeos ecológicos que estaba previsto colocar en Porroig y Cala d’Hort, y que no se podrán llevar a efecto por errores administrativos. Lo que significa que este próximo verano tendremos en los amarres el desmadre de siempre, el acostumbrado campi qui pugui y una inaceptable dilación en la solución del problema.

Es de vergüenza ajena que se nos diga que la colocación de las boyas y amarres ecológicos se va al traste por algo tan estúpido y nimio como son meros errores administrativos, en este caso por la duplicidad o inexactitudes en los expedientes presentados a información pública, circunstancia que obliga a retirar la referida exposición pública de las concesiones e iniciar un nuevo trámite de exposición. Cuesta entender que no puedan resolverse por vía de urgencia lo que son meras trabas administrativas. Resulta kafkiano. En el caso de Porroig la situación es especialmente grave si tenemos en cuenta el daño que sufre una pradera de posidonia que tiene por su densidad un extraordinario valor.

Es evidente que nos importa un pimiento que sea Patrimonio de la Humanidad. Con la agravante, conviene decirlo, de que sobre ella han multiplicado los amarres fraudulentos que están gestionados por un señor de cuyo nombre no quiero acordarme y que, con total impunidad, con la ilegalidad hace negocio. En todo caso, es penosa –aunque no nos sorprende porque es lo de siempre- la gestión de las Administraciones que excusan su ineptitud en el papeleo.